Existe una línea, un profundo trazo que separa realidades,
que marca las nuevas oportunidades.
A eso que el destino y la naturaleza dieron el nombre de Frontera,
es el límite, o el comienzo... marcado por el agua.
Transformando el desierto en oasis, dando este vino como resultado.
De la génesis ¡la vida misma!